En estos casos, debemos tener la capacidad de recordarle a los interesados que el eLearning no resuelve los problemas o inconvenientes de las personas como por arte de magia. Lo que es todavía más importante, debemos poder recordarnos a nosotros mismos por qué lo que hacemos es importante y para quién lo hacemos.
Como parte de la serie de eLearn Success Series presentada por Open LMS, la Dra. Jane Bozarth, directora de Investigación en The Learning Guild, nos indica por qué, cuando se trata del diseño educativo, lo que hacemos tiene importancia y por qué es esencial pensar en el núcleo del eLearning: nuestros aprendices y estudiantes.
Además de ser la directora de investigación, Jane es una médica experimentada, conferencista y autora de varios libros. Sus trabajos más notorios incluyen E-Learning Solutions on a Shoestring (Soluciones E-Learning Económicas), Social Media for Trainers (Redes Sociales para Capacitadores), Better Than Bullet Points (Más que Viñetas), y From Analysis to Evolution
(Del Análisis a la Evolución).
Jane tiene amplia experiencia como capacitadora y como coordinadora de eLearning para el gobierno de Carolina del Norte. Sus especialidades incluyen captar y compartir conocimiento tácito, aprendizaje social y la elaboración de soluciones económicas de aprendizaje.
La realidad para quienes les enseñamos
Los empleados son personas al igual que nosotros. Tienen necesidades competitivas y normalmente toman diferentes direcciones. Una experiencia de eLearning no puede resolver todos los problemas de un empleado (o de una compañía), pero debería buscar llenar un vacío en las habilidades y ayudar a que los empleados cumplan las expectativas que su empresa tiene con ellos. Pasar por una experiencia de eLearning no debería ser una molestia adicional para los empleados. Si bien es cierto que las compañías ven la necesidad de llenar vacíos en el conocimiento y ofrecer experiencias de eLearning, Jane nos recuerda que, como diseñadores didácticos, “necesitamos ayudar a nuestros interesados a entender mejor al humano que hay de la otra parte”. Eso significa entender todo lo que podamos del estudiante y comunicarles a los interesados lo que sabemos.
Ya que los empleados tienen necesidades extremadamente diferentes que dependen de las industrias en las que trabajan, una experiencia de eLearning no puede ser una solución de talla única. Un ejemplo importante que Jane muestra es la formación en servicio al cliente. El consejo que normalmente se da a los empleados es que deben usar técnicas de escucha activa para mostrar que están enfocados en el cliente. Se les dice que estén atentos, que hagan contacto visual, que sonrían, y que a veces imiten o correspondan con lo que el cliente dice como una manera de reconocer lo que dice. El problema es que no todos los trabajos permiten este tipo de interacciones de manera segura. Jane pone como ejemplo a los transportadores públicos; un conductor no puede mantener el contacto visual con sus pasajeros al mismo tiempo que observa la carretera. No puede usar la mayoría de las habilidades de escucha en muchas situaciones sin comprometer la seguridad de sus pasajeros.
Jane menciona otro escenario que involucra a los trabajadores de construcción, a quienes se les pide que completen la capacitación de eLearning en las tablets. El problema es que estos trabajadores casi siempre utilizan guantes de trabajo pesado que no son compatibles con las pantallas táctiles, lo que crea una situación que Jane dice que “es frustrante para estos estudiantes porque -se les dice que- deben hacer algo que literalmente no pueden -hacer-. En estos casos, es imperativo que el eLearning sea diseñado de manera que se adapte a la realidad de la situación de los empleados.
Traspasar la línea entre las realidades de los estudiantes y las expectativas de los interesados es un desafío. Jane tiene un consejo para los diseñadores de eLearning que necesitan satisfacer a los interesados a la vez que cubren las necesidades de los estudiantes: “Si se les solicita cambiar algo de modo presencial a virtual, que es lo que hacemos todo el tiempo en las empresas, intenten ir a la clase y vean lo que sucede allí”. Entre más entendamos el contexto de los estudiantes, mejor podemos cubrir sus necesidades e informarlas a nuestros interesados.
Accesibilidad más allá del cumplimiento
Sabemos que las experiencias de eLearning necesitan ser accesibles para todos los estudiantes porque, como Jane dice, “queremos asegurarnos de que todo aquel que quiera aprender tenga esa oportunidad”. Pero ella también nos anima a recordar que necesitamos ofrecer opciones de accesibilidad que sean útiles más allá de los requerimientos mínimos para cumplir. Hay muchas razones por las cuales un estudiante puede usar tecnologías asistenciales. Algunos estudiantes las usan voluntariamente por preferencia personal, otros necesitan estas herramientas para tener un aprendizaje exitoso.
Pese a las razones, estas herramientas son necesarias para la creación de experiencias de eLearning útiles y significativas, por lo que es importante darles a estos componentes de accesibilidad la atención adecuada durante el proceso de diseño.
Las imágenes Web son un área importante a tener en cuenta al pensar en la accesibilidad. Para los estudiantes con problemas de visión, analfabetismo, bajo nivel escolar, dificultades de lectura, o para aquellos que simplemente prefieren escuchar el contenido, es extremadamente importante ofrecerles texto alternativo detallado en las imágenes. La imagen de una infografía es irrelevante sin un texto de apoyo detallado que un lector de pantalla pueda identificar y reproducirlo para el estudiante. Cuando no hay suficiente texto alternativo, los estudiantes pierden valiosos fragmentos de información.
También necesitamos tener en cuenta los colores de nuestras imágenes para el daltonismo en algunos estudiantes. Puede ser tan simple como configurar la pantalla en escala de grises para verificar que la imagen aún es fácil de entender.
Las características de accesibilidad facilitan la vida de muchos estudiantes. Debe pensarse en la inclusión de estas características como una buena práctica, no como una obligación. Estos detalles que pueden parecer irrelevantes, pueden crear o destruir una experiencia significativa de eLearning para alguien más. Al respecto, Jane plantea esta perspectiva: “cuando eres mayor, da vergüenza pedirle a tu compañero de al lado que te lea las cosas todo el tiempo”. En otras palabras, nuestros estudiantes quieren sentirse confiados durante su proceso de aprendizaje, no queremos desanimarlos o avergonzarlos sin ser conscientes de ello, por lo que es importante hacer una debida diligencia para asegurar que las características de accesibilidad que se ofrecen sean útiles. Jane Bozarth recomienda planear la inclusión de las mejores adaptaciones desde el inicio del diseño en vez de hacer un retroajuste posterior.
Lo que hacemos es importante
De acuerdo a Jane, el mejor aprendizaje resuelve un problema y hace que los empleados alcancen el desempeño que los interesados buscan. Como diseñadores didácticos, necesitamos recordar en qué debemos enfocar nuestros esfuerzos.
La estética es importante, pero esto nunca debe ser más importante que las necesidades del estudiante. Lo que debemos preguntarnos cuando diseñamos experiencias de eLearning es si la experiencia es útil para la persona que la recibe al otro lado de la pantalla. Entre más nos ubiquemos en el contexto del estudiante, más probable es que la respuesta a esa pregunta sea “sí”.
Jane nos recuerda: “Lo que hacemos es importante, y depende de nosotros el hacer un buen trabajo y poder articular lo bueno que es. Es importante que entendamos nuestro trabajo en el gran contexto del desempeño real que afecta a personas reales”. Ver el diseño didáctico de esta manera nos acerca a un enfoque inclusivo del núcleo del eLearning. También nos ayudará a crear experiencias de aprendizaje más llamativas y de mayor utilidad para los estudiantes.
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