En los últimos años, el sector de la educación ha ido avanzando hacia un mayor porcentaje de experiencias de enseñanza y aprendizaje en línea. La mayoría de las instituciones de educación superior tienen ahora un fuerte componente de Aprendizaje Electrónico en su estrategia de enseñanza y aprendizaje. Con la tecnología a punto y los cursos disponibles en línea, ¿cuáles son los próximos pasos para mejorar la experiencia de aprendizaje en línea?
Este artículo explora tres grandes tendencias que el sector experimentará en 2022. Nuestras conclusiones se basan en una entrevista con Brad Koch, Jefe de Estrategia (Educación Superior) de Open LMS y experimentado líder del sector.
Considere, por ejemplo, cómo el hecho de ofrecerles a los estudiantes la posibilidad de elegir el modo de aprendizaje (presencial, híbrido o en línea) contribuirá a retenerlos y comprometerlos. Esperamos que el diseño de los cursos también desempeñe un papel importante a la hora de garantizar el compromiso y el éxito de los estudiantes, ya que estos esperan cursos de aprendizaje electrónico de mayor calidad que ofrezcan recursos digitales, sean interactivos y resulten fáciles de navegar. En 2022, las microcredenciales o una mezcla entre el aprendizaje tradicional basado en títulos y el basado en competencias se harán más evidentes, ya que los estudiantes combinan experiencias de aprendizaje y certificaciones para ser más competitivos en el mercado laboral.
1. Los estudiantes esperan comodidad y flexibilidad
Aunque muchas instituciones estaban preparadas para el aprendizaje en línea en cierta medida, la carrera hacia el Aprendizaje Electrónico puso de manifiesto problemas como la calidad de los cursos, la pedagogía y el acceso equitativo. Esto último es un reto a nivel mundial, tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados.
Aunque exponer a los estudiantes a un entorno de aprendizaje totalmente en línea puede haber sido un reto al principio, el Aprendizaje Electrónico ofrece un grado de comodidad y flexibilidad que un gran porcentaje de estudiantes espera ahora. En pocas palabras, los estudiantes esperan ahora poder elegir entre las modalidades presencial, híbrida y en línea. Según un informe del organismo de investigación educativa Bay View Analytics, 73 % de los estudiantes está “algo” (27 %) o “fuertemente” (46 %) de acuerdo en que les gustaría tomar algunos de sus cursos en un formato totalmente en línea en el futuro. Además, en el caso de los cursos presenciales, 68 % de los estudiantes dijo que le gustaría ver un mayor uso de materiales o recursos digitales.
Independientemente de la modalidad del curso, los estudiantes esperan un aumento de la disponibilidad de recursos digitales para todos los cursos. Ofrecer a los estudiantes acceso a opciones de Aprendizaje Electrónico y/o componentes digitales para el trabajo en clase es una tendencia que veremos a lo largo de 2022.
2.Necesitará cursos en línea de mayor calidad
La calidad de los cursos será un tema que las instituciones de educación superior deberán seguir abordando a lo largo de 2022. Los estudiantes esperan ahora un mayor nivel de diseño de los cursos en línea como parte de cualquier experiencia de enseñanza y aprendizaje. Aunque algunas instituciones cuentan con diseñadores de aprendizaje sobre el terreno que ayudan al desarrollo eficaz de los cursos en línea, muchas otras han estado poniéndose al día.
Los recursos financieros son un factor importante para que una institución pueda contratar a diseñadores pedagógicos. Algunas instituciones han podido tener éxito contratando a un sólido equipo de diseño pedagógico para elaborar rápidamente un gran contenido para los estudiantes. Otras han tenido que confiar en el profesorado y esperar que lo haga “bien”. Pero, la realidad es que los contenidos educativos tienen que adaptarse adecuadamente al Aprendizaje Electrónico. De lo contrario, el compromiso y los resultados de los estudiantes se ven muy afectados, ya que al profesorado le cuesta transferir la experiencia de aprendizaje en persona al aprendizaje en línea con éxito.
De cara al futuro, las instituciones de educación superior deberían plantearse las siguientes preguntas:
- ¿El profesorado recibe el apoyo debido para impartir la enseñanza en línea?
- ¿ El profesorado está bien formado?
- ¿Se cuenta con la tecnología necesaria para impartir cursos en línea de calidad a gran escala?
Ahora es un buen momento para empezar a calibrar la experiencia de aprendizaje en línea para satisfacer las expectativas de los estudiantes. Si las instituciones no han realizado un diseño pedagógico en línea eficaz, descubrirán rápidamente que esto resulta en un mayor costo asociado a la satisfacción de esa necesidad. Además, la marca institucional se define ahora tanto por la calidad de los componentes de enseñanza y aprendizaje en línea como por la calidad de las aulas o los campus físicos.
3. Solapamiento entre el aprendizaje tradicional basado en títulos y el aprendizaje basado en competencias
En 2022, se observará también una tendencia a mezclar el aprendizaje tradicional basado en títulos y el aprendizaje basado en competencias. Siempre habrá estudiantes que busquen los programas tradicionales de aprendizaje basado en títulos. Sin embargo, otras cohortes de estudiantes buscarán completar el aprendizaje basado en competencias que les permita entrar rápidamente en la fuerza laboral o acceder a oportunidades de progresión profesional en un período de tiempo corto y rentable.
Como consecuencia de ello, es probable que las instituciones de educación superior empiecen a invertir una mayor proporción de sus presupuestos en la impartición de programas de aprendizaje y desarrollo profesional basados en competencias que lleguen a un mayor número de estudiantes.
El aprendizaje basado en competencias tendrá las siguientes características:
- Dirigido por el estudiante.
- Más flexible.
- Basado en la competencia.
- Las competencias o títulos obtenidos serán de múltiples fuentes.
- El modo de impartición importará menos.
- Los cursos tenderán a ser más especializados.
- La formación continua llenará las lagunas de la progresión profesional.
El panorama educativo que se avecina se basará en un aprendizaje distribuido y basado en la responsabilidad, en el que los estudiantes obtienen pruebas de competencia en diferentes áreas. Aunque el resultado de esa educación no sea un diploma completo, una mezcla de insignias digitales, una colección de certificaciones o microcredenciales les permitirán a los estudiantes pasar de “aprendices a asalariados”. Estarán respaldados por una mentalidad de “viaje de aprendizaje permanente” que las empresas están empezando a adoptar y a reconocer más.
Además, el microaprendizaje ofrecerá más oportunidades de innovación. Estas credenciales más pequeñas proporcionarán conjuntos de competencias específicas necesarias para el desarrollo profesional, la mejora de las competencias y la reconversión profesional. ¿Cómo determinarán las instituciones la transferencia de créditos o los requisitos? ¿Cómo se “calificará” el aprendizaje basado en competencias? ¿Valdrán lo mismo los certificados sobre los mismos temas pero de instituciones diferentes? Nos adentramos en un futuro interesante en cuanto a la evaluación, gestión y distribución de credenciales. La naturaleza exacta de estos cambios sólo quedará clara a medida que avance el año 2022.
